jueves, febrero 25, 2010

Cuaresma

El miércoles de Ceniza marca el comienzo de la Cuaresma para los cristianos. Tradicionalmente estos cuarenta días antes de la Pascua se han caracterizado por el espíritu de penitencia. Muchas veces en la historia se han entendido mal las cosas, y mucho más en la historia de la Iglesia. En el caso de la penitencia en concreto, creo que se han entendido o explicado mal las cosas en múltiples ocasiones. La penitencia por penitencia no tiene sentido cristiano; el dolor por el dolor no es fin en sí mismo.
Cuando se habla de la Cuaresma como tiempo de penitencia se hace referencia también al concepto de conversión. Esto ya tiene más sentido. Penitencia asociada a conversión indica un medio para conseguir un fin. La penitencia que se propone en los cuarenta días de Cuaresma debe de ser un medio para cambiar de vida: Cambiar hábitos, actitudes, modos de ser o de pensar...
En la sociedad en la que vivimos, en los medios de comunicación, actualmente se da más importancia a los ritos y costumbres exóticas, o de otras religiones que no forman parte de nuestra cultura. Sin menospreciar la riqueza de estas manifestaciones de cómo la necesidad espirtitual de toda persona se plasma en los diversos lugares del mundo, creo sinceramente que debemos colocar al menos en el mismo nivel que éstos nuestras propias costumbres. Y si realmente amamos nuestra tierra, tenemos la obligación de defender lo nuestro y poner en valor nuestra lengua, cultura, religión... todo lo que somos. Y lo que somos se los debemos a nuestros mayores, a nuestro pasado.

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